El Consell de Ciutat analizó la propuesta del gobierno municipal sobre las ordenanzas fiscales de 2025, una diagnosis que se tradujo en diversas propuestas y recomendaciones a la iniciativa de regulación de impuestos y tasas, recogidas en el dictamen sobre ordenanzas fiscales 2025. El documento, que se aprobó por consenso durante la celebración de la sesión plenaria del Consell de Ciutat el pasado 17 de diciembre, reflexiona sobre la fiscalidad ambiental, las plataformas de movilidad que gestionan reparto de comida y paquetería, el turismo o el transporte público, entre otros temas.

Una de las recomendaciones destacadas que hace el Consell de Ciutat es la de mantener las bonificaciones para medidas de lucha contra el cambio climático. El máximo órgano de participación de Barcelona propone, dado el contexto de emergencia climática en el cual nos encontramos, mantener las bonificaciones para incentivar la compra de coches y motocicletas eléctricas, o de hidrógeno verde. El documento también contempla seguir avanzando en las bonificaciones en la instalación de placas solares, placas fotovoltaicas o la recogida de aguas fluviales y, en general, cualquier tipo de incentivos fiscales.

La encargada de presentar el dictamen para su debate al plenario fue la Sra. Irene Agudo, quien destacó la valoración positiva que hace el Consell de la propuesta de ordenanzas fiscales. Una vez hecha el análisis de las ordenanzas fiscales 2025 y con el visto bueno en consenso del dictamen por parte del Consell de Ciutat, el gobierno presentó la propuesta al Plenario del Consejo Municipal, que lo aprobó.

Turismo y movilidad La fiscalidad del turismo también está mucho presente en el documento. El Consell de Ciutat reflexiona sobre los gastos adicionales que genera esta actividad y como se tienen que compensar, a fin de que no supongan una la sobrecarga para la ciudadanía. Así, el órgano de participación insta a garantizar el cobro de la tasa turística en las viviendas de uso turístico y el incremento de la tasa que se aplica a estas viviendas hasta al máximo permitido en la normativa. Por otra parte, se propone que parte de los recursos económicos recaudados que actualmente se destinan a la promoción turística, se dirijan a actividades con finalidades sociales.

En este sentido, el documento pone de relieve la masificación que se produce en el transporte público en diversas zonas turísticas de la ciudad, cosa que afecta a la cotidianidad de la ciudadanía, ya que cada vez existe más. Así, el máximo órgano participativo de Barcelona considera necesario mantener el precio de transporte público a través del mantenimiento del sistema tarifario actual.

Relativo a la movilidad, el dictamen incluye la recomendación de estudiar la creación de una tasa en las plataformas que gestionan reparto de comida y paquetería a domicilio para cada una de las bicicletas o patinetes que sitúan en el espacio público. Eso sí, los y las miembros del Consell de Ciutat detallan que habría que evitar que esta tasa recaiga en los trabajadores y trabajadoras de un sector, subrayan, precarizado.

Tal como queda reflejado al dictamen, el Consell de Ciutat destaca la propuesta de rebajar el IBI de las primeras residencias habituales de Barcelona. Esta medida sería posible, señalan, gracias al incremento del IBI en los Bienes Inmuebles de Características Especiales (BICES), ya incluida en la propuesta de ordenanza fiscal 2025.

Finalmente, el dictamen hace referencia a las bonificaciones para la atracción de inversiones y se insta a garantizar que estas inversiones estén ligadas a la creación de trabajo de calidad y de condiciones laborales dignos.